Exposición y presentación de libro de Jesus Carasa
Lunes, 22. Febrero 2016 – 18:15El pasado 15 de febrero la Casa de Cantabria en Madrid albergó la presentación del libro “La Toma de la Pastilla” de D. Jesus Carasa, artista y escritor afincado en Santander. Apoyado en dicha presentación por D. Pedro López Jiménez, fue una oportunidad única de captar la esencia de la obra directamente expresada y explicada por este polifacético artista y colaborador en, El Mundo Cantabria y en El Imparcial publicando reflexiones políticas, económicas, sociales, artísticas, etc.
El autor, como sinopsis, explica: “ Mis pequeños ensayos, lo mismo que mis cuadros abstractos, son el resultado de introspecciones y reflexiones, a corazón abierto, en las que llego a imágenes y conclusiones que, sorprendentemente, desconocía que estuvieran en mis “almacenes”.
Sigo utilizando el subtítulo “Penetro en campo minado”, que es el nombre de mi Blog, en aquellos escritos por los que lo “progre” o “políticamente correcto” pudiera someterme a lapidación en la esperanza de que los pedruscos, que me arrojen, sean ideológicos.
El título, a parte la broma implícita, trata de sugerir que se tome el libro en pequeñas dosis que se digieran y se asimilen con tranquilidad.
Algunos escritos están basados en acontecimientos que, en su momento, fueron de actualidad. He tratado de elegir los que me parecen interesantes de recordar y/o se elevan sobre el suceso o la noticia y nos llevan a reflexiones de más amplitud.
Creo que los escritos sobre Arte pueden ser interesantes para todos pues están escritos por un “mirón” no por un erudito. Además de algunos sobre Arte Conceptual, mi “bestia negra”, podéis leer otros sobre Brancusi, Gaudí, Antonio López, Hooper, Dalí, El Greco, etc…”
Vengan a disfrutar de su exposición “Abstracción volumétrica” que la Casa de Cantabria en Madrid alojará hasta el próximo 29 de febrero.
>>> Nota de prensa de El imparcial <<<
PRESENTACION LIBRO
El día 15-2-16 he celebrado, en La Casa de Cantabria de Madrid, la inauguración de mi exposición de pintura “La abstracción volumétrica” y la presentación de mi segundo libro “La toma de la pastilla”. He expuesto varias veces en ella, pero es la segunda vez que celebro un doble acto similar pues la Casa de Cantabria ofrece en su precioso palacete, además de una sala espléndida donde los cuadros tienen la presentación que todo pintor desea, un salón de actos muy adecuado para la presentación de un libro. A añadir la hospitalidad que uno encuentra allí.
Acudieron muchos amigos, algunos a los que no había visto en muchos años, incluso décadas. Fue todo muy satisfactorio.
Presentó el acto Dn. Pedro López Jiménez, al que conseguí sacar, durante un par de horas, de su escalofriante agenda. Gracias Pedro.
Me escribió el prólogo Dn. Adolfo Garcia Rodríguez, que entre los muchos títulos con los que podía haber firmado eligió el de antiguo amigo mío. Gracias Adolfo.
Añadí, yo, unas palabras, con las que quería hacer ver, a los que se decidieran a leer el libro, lo que podrían encontrar en él. Hice, para ello, un pequeño guión, que fui adaptando, al desarrollarlo, al tiempo que me parecía oportuno para no pasarme en su duración. Esto rompió, en cierto modo, la coherencia y el hilo argumentativo que yo pretendía lograr.
Como siguen peleando en mi cabeza posiciones entre lo que dije y lo que dejé de decir, he decidido poner, por escrito, mi versión deseada aunque solo sea para dejar, en mi cabeza, espacio para otras cosas. He hilvanado algunos de los temas que encontrareis en el libro y he dejado, lógicamente, muchos mas.
Durante el planeamiento del acto, fui entreviendo la posibilidad de incluir ingredientes que atrajesen a aquellos antiguos amigos, con los que había coincidido en Aceca (Toledo), nada menos que al final de los sesenta. La presencia de López Jiménez y la, como siempre, generosa y afectuosa colaboración de Garcia Rodriguez consiguieron el objetivo. Yo deseaba y lo hice empezar mi relato desde ahí.
En aquellos años yo trabajaba en una empresa de montajes metálicos y era el responsable de presentar presupuestos para la contratación de obras.
Cuando aparecí por Aceca para confeccionar el presupuesto del montaje de dos centrales térmicas, lo cual era considerado, entonces, uno de los trabajos de Hércules, comprobé, con incredulidad, que las ultraconservadoras empresas eléctricas propietarias habían colocado al frente a dos jóvenes novatos, Pedro y Adolfo que, además, se proponían enmendar la plana a todos los anteriores y modernizar, radicálmente, los sistemas de contratación, planificación, ejecución y control de las obras. Y LO LOGRARON, todo cambió a partir de entonces en España; hay un antes y un después de Aceca.
Yo acepté el reto, me fui involucrando en el proyecto y el presupuesto de mi empresa fué el ganador.
Empezada la obra yo iba, de vez en cuando, en visita de supervisión. En una de ellas me encontré con un terrible panorama, nuestro Jefe de Obra había amenazado a la tercera persona en el organigrama del cliente con darle…….dos hostias. Me lanzaron el siguiente ultimátum : “Jesús, o te quedas como Jefe de Obra o marchais todos a Bilbao”. Así me vi “condenado” a vivir un año en Toledo.
Pero amigos, esa “condena” cambió mi vida. En lo profesional porque el paso por ese proyecto me hizo, como a todos los que estuvimos allí, miembro de una peculiar logia que nos dotaba de un reconocido “master” de eficacia y calidad que facilitó mucho nuestra profesión. A mi me permitió crear una empresa de montaje que dirigí durante catorce años al cabo de los cuales abandoné el oficio, pues consideré que trabajar veinticinco años de contratista sin volverme loco, aunque sobre esto hay opiniones, era suficiente y no convenía tentar mas a la suerte. Me trasladé a Santander con el propósito de no volver a tener un socio, a nadie que me mandase, ni nadie a quien mandar. Salvo en una ocasión, que pudo costarme caro, lo cumplí.
En lo artístico, mis aburridos domingos me llevaron a topar con El Greco. Yo había empezado a pintar el año sesenta y cuatro, sin mas ambición que llenar convenientemente mis tiempos de ocio, pero la contemplación, detenida, de El Greco, me hizo comprender la hondura que podía lograrse con la pintura. Me hice, entonces, el propósito de llevar mi afición hasta el limite de mis posibilidades y aquí estoy presentandoos mi enésima exposición.
El Greco es, para mi, el mas grande. Se especula sobre lo que le impulsó a cambiar Venecia, una ciudad palafítica, por Toledo, una roca tallada, en que las casas parecen excrecencias. Una ciudad de costumbres tan licenciosas que sus ciudadanos se enmascaraban medio año, para poder entregarse a sus placeres desde el anonimato, por otra, de suma austeridad, habitada por enlutados caballeros e hidalgos con semblante consciente de llevar, sobre sus hombros, el peso de un imperio.
Quizá le atrajo la posibilidad de participar en la decoración de las infinitas paredes de El Escorial, pero lo que, sin duda, le hizo quedarse fue la religiosidad a machamartillo del español, que creía ver a Dios y quizá lo viera, según vemos en las arrobadas miradas de los personajes que él pintó. Las experiencias místicas de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús que él trasladó a los alucinantes paisajes que abren las tormentas que atacan Toledo por los cuatro puntos cardinales. El pintó, en el mismo lienzo, lo de arriba y lo de abajo, el cielo y la tierra. Con ese apodo fue el mas español de los pintores y fue menospreciado como uno mas.
Pintó algunos cuadros para Felipe II, que, descontento, los relegó a estancias secundarias de El Escorial. Y allí comenzó la incomprensión de este pintor que se anticipó cuatro siglos, durante los que se le negó el rango de primerísima figura, a las vanguardias del siglo XX.
España solo tiene dos recursos naturales abundantes, el sol y el talento. Al primero hemos sabido sacarle partido pero el segundo, no somos capaces de asimilarlo, lo ignoramos, lo negamos, lo odiamos, lo menospreciamos, lo envidiamos y no sabemos o no queremos cultivarlo. Y es que, los españoles, no queremos entender que el talento, lo posea quien lo posea, es un bien común, que derrama beneficio a todos.
Voy a dar otros dos ejemplos excelsos y flagrantes.
Velázquez, nuestra máxima figura pictórica, fue convertido por Felipe IV en un pintor dominguero. Lo usó como retratista de su familia, como comprador de cuadros para su colección y como aposentador o decorador de los escenarios públicos en los tenia que aparecer. Estas ocupaciones convirtieron a Velázquez en un pintor de producción escasa y nos privó, quizá, de tener doce Meninas en lugar de una.
Otro ejemplo de maltrato al talento, mucho mas flagrante y penoso, es el del pobre Cervantes al que ni en vida, ni en muerte, ni a su persona, ni a sus obras hemos hecho justicia, quedando abierto un abismo entre lo que dió y lo que recibió.
Tras su etapa de estudios, de soldado mutilado y de cautiverio, llevó una vida siempre a ras de la miseria, lo que convierte en milagro la ejecución de las maravillas que escribió. Es un ejemplo mas de como un portentoso talento fue ignorado por los poderes políticos y económicos. El Duque de Bejar y el conde de Lemos le negaron, reiteradamente su apoyo, aunque él los hizo inmortales en sus dedicatorias.
Mas todavía, el personaje que él creó, D. Quijote, le ha robado la fama.
Y ahora estamos buscando sus huesos que enterramos…… en la fosa común.
Lo que escribo a continuación es de mi entera cosecha y añade, todavía, mas escarnio al tratamiento que le damos, pues, yo creo, que El Quijote es un libro muy poco leído y muy mal interpretado.
Lo de poco leído lo digo a sentimiento y de mi propia lectura saco otras interpretaciones además de la clásica de la ridiculización de las novelas de caballería.
Seguramente el primer propósito seria ese, pero la segunda salida, en la que Dn. Quijote incorpora a Sancho, me da la clave de otra interpretación. Yo creo que a Cervantes se le ocurrió contrastar la personalidad y el comportamiento de dos prototipos del ser español que, para bien o para mal, han protagonizado la historia de España. Otro gran prototipo, desgraciadamente muy numeroso, es el pícaro protagonista de un género, la picaresca.
Queremos enriquecer la personalidad de Dn. Quijote con las virtudes que queremos que adornen “lo español”, valentía, caballerosidad, generosidad, honorabilidad, entrega, altura de miras, etc…..pero el libro no dice eso sino que describe a Dn. Quijote como un alienado, un hombre fuera de su tiempo, haragán, sin sentido económico ni del ridículo, entrometido, despilfarrador, crédulo hasta el desatino, que confunde sus deseos con las realidades, dueño del mando por ley natural, amnésico de sus errores y creador de problemas en vez de soluciones.
En cambio de Sancho Panza hemos hecho un personaje ridículo creando un adjetivo, sanchopancesco, para calificar lo ignorante, pedestre, zafio y grotesco. Sin embargo, Cervantes nos lo describe, claramente, como un hombre honrado, que tiene que agarrarse a un clavo ardiendo (D. Quijote) para ganar un sustento que llevar a los suyos, a los que tiene que abandonar, ignorante pero lleno de sabiduría popular y de inteligencia natural, cuida de su amo como de un niño al que advierte, constántemente, de la suerte que van a correr al involucrarse en cuestiones imaginarias, sin embargo sufre, con él, leálmente, los catastróficos resultados. Nunca lo abandona, siempre lo respeta y aunque consciente de la superioridad intelectual que le hace reconocer la realidad y enfrentarse a ella, nunca cuestiona su autoridad.
Y cuando le llega su oportunidad, no falla. Es sumamente reveladora del pensamiento oculto de Cervantes la aventura del gobierno de la famosa ínsula, con la que unos nobles quieren embromarlo. Sancho Panza sale, sorprendente y plenamente airoso y durante el tiempo que la gobierna deja memoria de sus aciertos y perplejos a los que le habían menospreciado.
Y amigos, aquí esta la clave de mi interpretación. D. Quijote es el prototipo del que nos ha gobernado casi siempre y nos ha llevado, a lo largo de nuestra historia, con buenísima intención, por ruinas, catástrofes, analfabetismos, tiranías, guerras, fanatismos y muchos etcéteras.
Casi siempre, salvo en circunstancias muy raras en que se baraja radicálmente el escalafón y Los Sanchos toman el mando haciendo avanzar y progresar a la nación. Recordemos el prodigioso reinado de Los Reyes Católicos, durante el que la Reina iba anotando, en su famosa libreta, el nombre de los Sanchos que encontraba en cualquier lugar, para encumbrarlos, sin complejos, cuando llegaba la ocasión. O la legión de Sanchos que, de espaldas a la corona, atrapada en la ratonera europea, descubrió, conquistó y colonizó un inmenso imperio que ha sido la gran aportación de España a la historia del mundo. O la de otros muchos Sanchos, dirigidos por el gran Sancho, Adolfo Suárez, que situó, por fin, a España en el siglo XX.
La tercera interpretación que yo doy al Quijote consiste en considerar que el modelo en el que se basó Cervantes para su personaje fué el mismísimo Carlos V. Creo que la idea me la inspiró el retrato ecuestre de Tiziano en la batalla de Mulberg, tan próximo a la iconografía quijotesca.
Carlos V, un príncipe europeo, formado en ideales medievales y caballerescos, que se impuso como objetivo la recomposición del Imperio Carolingio y la defensa, a ultranza, de la fe católica frente al Imperio Otomano.
Una vez conseguido el Imperio, gobernó su Europa de forma absurdamente itinerante, como si fuera La Mancha, acudiendo a solucionar los problemas donde se presentaban, hasta que, traicionado y acorralado, reventó y vino a morir, prematúramente, al único reino que le permaneció siempre fiel, Castilla.
Y le fué fiel a pesar de su eterna ausencia pues siempre la gobernó por persona interpuesta. Solo vino en escasos momentos de descanso y siempre para recabar dineros y mas dineros.
Echó a la hoguera europea todos los hombres valiosos de España, sus riquezas hasta la ruina total, los galeones americanos cargados de oro y plata, las impagables deudas, que arrastramos durante generaciones y el futuro de España que estaba y sigue estando, en America, a la que siempre hemos dado la espalda.
Podeis trasladar a Carlos V todas las características y defectos con que he descrito a Dn. Quijote, pues mi interpretación es que Cervantes quiso hacer una enmienda a la totalidad al gobierno y personalidad de Carlos V que sumió a España en la miseria y la enredó, para siglos, en la cainita Europa. El árbol español, a partir de Carlos V, creció con mucho vigor pero torcido
No podemos esperar que Cervantes hiciera estas denuncias, tan súmamente subversivas que lo hubieran arrojado a una mazmorra a los diez minutos, ni que cortara el hilo que lo mantenía amarrado a una vida penosa pero que le permitía seguir escribiendo. Su denuncia fue tan sutil que ha pasado desapercibida a lo largo de cuatro siglos, pero, para mi, son estas lecturas las que hacen del Quijote una obra transcendente y profunda que, de otra manera, queda en una gran obra literaria de lectura amable y amena pero devalorada por el tiempo.
Si Cervantes hubiera querido limitarse a hacer la crítica de los libros de caballería se hubiera ceñido a ellos y a los que los leían. Y así empieza El Quijote que, desde la segunda salida, toma otros derroteros.
Un puñado de segundones, Sanchos, plantaron, milagrósamente, la enseña de Castilla desde Alaska a la Patagonia y aunque muertos de hambre porque no tenían tiempo ni para crear su propia subsistencia, llenaron galeones de oro y plata con que sus manirrotos Quijotes regaban Europa. Nunca un miembro de la corona les visitó.
¡Y aun les guardaron lealtad durante tres siglos!
Y seguimos de espaldas a Iberoamérica que, con explicables reticencias, guarda vivos nuestros lazos familiares, lo que nos permitiría alimentar nuestra economía con la colaboración en su desarrollo. Tendríamos a nuestro alcance El Pacífico, “El Lago Español” donde se va a jugar el próximo futuro del mundo.
El título del libro es una broma, pero si que quiere ser iconoclasta y asaltar murallas que, actualmente, tienen muchas defensas en la pereza de pensamiento. De ahí que muchas de las “pastillas” comiencen con el “Penetro en campo minado” que avisa de la peligrosidad de pensar libremente y a contracorriente, sobre todo en los campos dominio de “lo progre”, “el buenismo” o “lo políticamente correcto”. Ya sabeis, esa seudofilosofía que ha logrado impregnar el pensamiento y la moral de nuestra sociedad, impartida por esos arrogantes pontífices que del “nosotros hacemos esto porque es lo mejor” han llegado al “esto es lo mejor porque lo hacemos nosotros”, y en la política al “todo es válido para impedir que gobierne la derecha” a la que los autoproclamados repartidores de pedigrí niegan legitimidad democrática. A media España, vamos.
Penetro, también, en los campos minados del nacionalismo a cuya doctrina considero con la misma capacidad de adicción que las drogas duras. ¿Quien se niega a gozar de la tierra prometida sin necesidad de esforzarse en descubrirla ni conquistarla?. ¿Quien se niega a sentirse superior a los demás, que es lo que el cardiocerebro de un nacionalista entiende cuando se le dice que es diferente, solo por haber nacido en un territorio?.
Pero en mi libro insisto en un asunto que nunca he visto comentado, es la carnicería que se ha hecho con Castilla, su solapado desguace. Castilla ha sido siempre el elemento aglutinador, centrípeto y hegemónico de España, por lo que la consecución del objetivo último del nacionalismo, la independencia, pasa por su destrucción. Con sus exigencias de partida, en la Transición, a cambio de una prometida lealtad, siempre traicionada y sus caros apoyos al P.P. y al P.S.O.E. en sus penurias electorales, lo ha conseguido. Castilla, lo que ellos llaman España y nosotros hemos acabado llamando “el resto de España”, tras sucesivos desmembramientos, ha quedado reducida, en la formación de las artificiales autonomías, a dos territorios, sin la salida al mar por Cantabria o Asturias, sin el poder económico de Madrid y hasta sin la raíz del Castellano desgajando la autonomía, nunca soñada, de La Rioja.
Se les ha permitido llamarse “territorios históricos” y alardear de tener un idioma propio como si Castilla careciese de las dos cosas.
Esta destrucción, pertinaz e irreversible, de Castilla, es el ingrediente imprescindible que ha llevado al nacionalismo al borde mismo de su objetivo.
Hablo, también, de la inmigración clandestina, de esas pateras llenas de menesterosos, que una vez recuperados de su trágica travesía, adoptan esa actitud retadora, como si nos acusaran de dejarles al margen del disfrute de riquezas que ellos creen merecer.
Nos inquietan haciéndonos tambalear entre el egoísmo y la compasión, pero no queremos recordar que durante siglos, el feroz europeo, si, también nosotros, ha aportado a su P.I.B., hasta anteayer, las actividades del tráfico de esclavos y del colonialismo, construyendo nuestro rico edificio con los ladrillos que robábamos en sus tierras.
Os hablo de las crisis económicas y de los expertos. Me maravilla como estos se ven sorprendidos ante la llegada de todas ellas cuando la sucesión de los ciclos alcistas y bajistas es tan previsible como el paso de las estaciones. Os recuerdo en una de las “pastillas”, titulada “Los expertos y las vacas”, como José ya desentrañó al Faraón su inquietante sueño, que debió marcar doctrina para siempre sobre la previsión y tratamiento de las crisis. Pues no es así, una y otra vez los expertos reconocen las crisis económicas cuando ven pasar, desde sus confortables despachos, el famélico rebaño.
Aun hay muchos que en el ciclo alcista aseguran que ya no habrá bajista pues los gobiernos han tomado tan sabias medidas que han acabado con ellos. Yo tengo dicho a mis hijos que cuando les oigan decir esto, vendan hasta los muebles.
Encontrareis una “pastilla” que es un artículo publicado en El Mundo Cantabria y titulado “Si el Rey no muere…..” en el que abogaba por la abdicación del Rey con mucha anticipación. Recordaba, allí, como en la segunda mitad del reinado de Felipe II, tan llena de catástrofes que anunciaba, ya, la entrada en decadencia, un genial anónimo propagó el “Si el Rey no muere….el reino muere”. Y comparaba yo con la necesidad de la abdicación del Rey pues su precaria salud, sus asuntos familiares y otras anécdotas que debilitaban sus flancos políticos ponían en cuestión, de nuevo, la propia necesidad o conveniencia de la monarquía.
Y como final algunas “pastillas” sobre Arte visto como mirón y no como experto.
Sobre el Arte Contemporáneo y las excentricidades que vinieron después del famoso urinario de Marcel Duchamp, el objeto artístico mas importante del siglo XX, según encuesta entre expertos y que, colocado hacia abajo en la exposición en que lo presentó, parece avisarnos de que lo que vendría después seria para mear y no echar gota.
Sobre Antonio López, pintor divinizado por muchos y que, con todos mis respetos, es uno de los casos mas patéticos de falta de creatividad de la historia de la pintura, con el siglo XX a cuestas, nada menos. Para mi el hiperrealismo está sobrevalorado.
Sobre Gaudí, el mejor arquitecto español del siglo XX, del cual podemos ver como ese milagro de La Sagrada Familia se desarrolla ante nuestros ojos. Amigos, también a este estuvimos a punto de enterrarle en la fosa común. Es el riesgo de entregar la vida, enteramente, al trabajo.
Y algunas otras cosas con las que espero que no estéis de acuerdo y os lleven a pensar y debatir.
PEQUEÑO MANIFIESTO DE URGENCIA
Mis sueños son en color y tridimensionales.
Nunca he visto la raya de separación entre lo abstracto y lo real y aunque alguna vez llegue a verla, declaro desde ahora, mi intención de permanecer en los dos lados.
Admito, sin restricción alguna, la validez de pintar con cualquier utensilio, pero en lo que a mi respecta, pienso que el pincel sigue haciéndolo mejor que cualquier otra herramienta, que debo trabajar mucho para pintar cada cuadro y no para pintar muchos.
Me cuesta mucho dar por terminado el cuadro. Loly me ayuda pues sabe de esto más que yo.
No he encontrado base en la historia de la pintura para pensar que el blanco, el negro y el gris sean más “elegantes” o “serios” que el rojo, el amarillo y el azul. La abundancia de gris debe estar, realmente, en otro sitio.
Mis santos de esta devoción son: el de Altamira, la escultura egipcia, el Gótico, El Bosco, Van Eyck, El Greco, Velázquez, Turner, Van Gogh, Kandinsky, Toulouse Lautrec, Picasso cubista, Juan Gris, Gaudi, Dali (30%), Hooper, Pollock, Tobey, Hartung, Bacon, Palazuelo y todos los demás. ¡Ojala veáis sus huellas en mi pintura.
Admito mi dificultad para metabolizar lo minimal, lo conceptual y el arte povera.
Sobre mi pintura solo admito opiniones de todo el mundo. Y con gusto.
¡Ah!. Me gusta el Guggenheim, el continente y el contenido. Bendito sea el que nos lo ha puesto ahí cualquiera que sean sus intenciones últimas.
JESUS CARASA ( 2000)
EL IMAGINISMO SIMBOLISTA DEL PINTOR CARASA
Jesús Carasa ha elegido la renovación plástica con voluntad de apertura, aglutinando otras tantas novedades estéticas vanguardistas y rechazando los viejos hábitos de los valores y cánones del clasicismo, así como el tópico academicista, con ellos, va buscando nuevas sensaciones, sugerencias o reflejos de su estado interior de artista. Mas que mezclar motivos iconográficos de la representación figurativa o de los escenarios de la naturaleza con formas mas o menos rigurosas, lo que hace es impulsar la composición hacia secuencias puramente líricas, simbólicas o coloristas de un espacialismo esotérico especialmente propicias para la mirada cómplice del que sabe soñar con ellas, no en vano el pintor santanderino se identifica con el sueño y quiere que los demás participemos de sus sueños ilimitados que ayudan a soñar e inunda la irrealidad onírica con libertad física, cuyo resultado es de ensimismamiento ante los espacios metafísicos de estas obras. Nos asomamos al resultado de su labor y compartimos la concepción ritual de la luz y el orden supraterrenal del sagrado recinto de la belleza que nos traslada a una existencia mas elevada, como es el caso de Carasa inventando imágenes secretas y notas poéticas con la varita mágica de la paleta cromática en su relación con la fantasía gravitatoria de los símbolos iluminados.
Podemos observar-eso si, con el ojo del espíritu de Friedrich- una utopía artística en esta magnifica demostración de seducción imaginaria. La entonación fértil y ágil de sus composiciones crea claridad en sus trabajos como un instrumento adecuado para que las masas informes expresen la referencia personal de los sentimientos cósmicos del pintor cantabro, porque hablamos de un artista de los silencios musicales del lienzo, de las extensiones abisales extendidas por la tela con exquisitez, de los registros sutiles y depurados ante la inmensidad de los horizontes, de una paleta de prismas celestes que tantea – y plantea – las posibilidades del espacio sobre la superficie de los mundos visibles……
Carasa produce una pintura escultórica: una pintura volumétrica, esferoide y de cubicación. Metaboliza la tridimensionalidad y lo hace como un creador plástico distinto que explora desenfrenadamente la realidad virtual. Practica la desfiguración geométrica que crea un vacío ocupado por fusionar un mundo conocido con un universo ordenado bajo otras leyes que las reales……..
Vamos descubriendo en su pintar la relación concisa entre los contenidos y las formas que presenta: lo vital junto a la invención idealista i identificando intenciones y actitudes, o, lo que es lo mismo, la apertura de la imaginación hacia raigambres explosivas dentro de una urdimbre geométrica ejecutada bajo un esquema compositivo de planos sintetizados a fin de obtener su creación plástica. Para la terminación del cuadro ha prodigado en todo momento- justo es reconocerlo- el caudal de su expresión con mas juegos de luz, mas contención definida y liberada, mas variedad cromática, que garantizan a su quehacer de notable. Con el lenguaje llamativo pero recio y austero del pincel, obedece, desde la soledad silenciosa del estudio, al motivo central de plasmar – mediante un proceso de depuración visual – los repertorios mas enigmáticos que decantan tan fructífera carrera en la que Carasa no deja de ser Carasa ni en los objetos que configuran su estilo pictórico deja de tener calidad propia.
Con los estímulos intraartisticos muy fuertes y “las vivencias incitantes” de Lersch para poder dar un sentido intimo psíquicamente sensible como bien productivo para la creatividad estética, Jesús Carasa nos deja su esencia pictórica y su verdad de utópico visionario en cada cuadro
MARIO ANGEL MARRODAN
Miembro de la Asociación Internacional de Criticos de Arte A.I.C.A.
SUEÑO DE UN PAISAJE IMAGINARIO
Perderse en el sueño es el viaje más emocionante al que puede aspirar un artista. Es, además, el camino mas adecuado para encontrar su propia identidad y además la de su obra. Esta se identifica con él como el sueño con su pensamiento. Ambos comparten idiosincrasia y un mismo espíritu. Estos aspectos son de carácter general y por tanto, aplicables no solo a los creadores plásticos sino también al resto de los artistas, los bailarines, los músicos o los malabaristas.
El sueño adquiere sin embargo en la obra de Jesús Carasa una medida diferente, una amplitud francamente ilimitada. Su sueño es sinónimo de imaginación desenfrenada, de una libertad insultante, casi provocadora e igualmente propia de ser envidiada.
“El sueño de la razón produce monstruos” pero también paraísos nunca pensados. El sueño vuela más allá de los límites de la cordura y de la realidad, más lejos de nuestro mundo conocido y permite explorar nuevos universos, nuevas arquitecturas e incluso nuevas formas de vida. La imaginación de Carasa viaja por estos espacios con la facilidad de quien se enfrenta a un paisaje natural. Sus imágenes oníricas tienen sin embargo mucho que ver con la realidad virtual pero aun mucho más con la fantasía o la magia.
JESUS MIGUEL ORIA DIAZ
Ex –Director General de Cultura de Cantabria
La mirada de Jesús Carasa ha paseado por la historia de la pintura. ¡ De eso no hay duda!. Ha visto un poco de todos y mucho de algunos. De verlo todo ha extraído una libertad creadora infinita. Al detenerse en algunos, ha absorbido conocimientos de los que hicieron grande la obra de contados maestros.
Vale la pena adentrarse en esos inmensos espacios, llenos de surreales y metafísicas formas, dejando que la calida luz que inunda su obra nos ayude a soñar un poco lo que él nos dice que sueña.
LUIS CEBALLOS (GALERIA CULTURAS)
DICCIONARIO DE ARTISTAS ESPAÑOLES
…..Cree que hay otros mundos, pero que están en este.
…..Pastor de sueños, pinta cuanto habita al otro lado del espejo.
Nombre artístico de Jesús Carasa Moreno, pintor de tardía manifestación publica y dueño absoluto de un mundo de formas rico en sugerencias metafísicas, líricas, oníricas, espacialisticas, visionarias, microbianas, simbolistas, futuristas, virtuales, ultrasensitivas, ultraterrenas o ultra lo que sean, que tiempo habrá de intentar averiguar cuanto de mundo escondido subyace aflorante en la “rara pintura” de este “pintor raro” ante la cual a uno le entran ganas de decir que la pintura(como Borges definiera el cuento) es un breve sueño, una corta alucinación.
Alucinada y alucinante pintura del pintor Carasa. O si se quiere alucinógena, por tan capaz de alucinar como la marihuana y otras drogas, bien que benéficamente por la pura y activa contemplación. Pintura nacida del alucinamiento del pintor, que exige del contemplador su complicidad para apreciarla.
También Miró llego, por otras vías, a un estado de gracia semejante. El catalán comienza pintando con pelos y señales. Y acaba pintando solo las señales, los avisos que le envía el microcosmos que descubre soterrado en el macrocosmos, lo mas en lo menos, lo menos en lo mínimo: lo microbiano………
……Pues bien: Carasa (que los dioses se lo premien) no pinta la flor convencional con que tanto pintor nos castiga. Lo que él pinta es la flor que le inspira la contemplación de los órganos de la flor ( tan sensual y sexualmente expuestos) , la flor que es, si, y la flor que podría ser, la flor posible y probable…….
…….En el mundo de la imaginación todo es posible. Carasa pinta flores que aun no han sido sembradas. Y es mas: flores cuyas semillas nunca serán entregadas por la mano al surco, porque esas flores no existen mas que en su imaginación, tan fértil y caudalosa.
…….No ignora Carasa que Leonardo de Vinci definió la pintura como un “proceso mental”.
Racional hasta las máximas consecuencias, su aspiración no es elaborar una pintura fría como un témpano, sino una pintura que al contemplarla queme el ánimo como quema el hielo al interesar la carne.
ANTONIO MARTINEZ CEREZO
JESUS CARASA, LA BUSQUEDA DE SENSACIONES
Podemos observar las pinturas del santanderino, Jesús Carasa Moreno, estos días en Eurogalerias de Bilbao. Una pintura volumétrica, esferoide y de cubicación. Metaboliza la tridimensionalidad y lo hace como un creador plástico distinto que explora la realidad virtual. Practica la desfiguración geométrica que crea un vacío ocupado por fusionar un mundo conocido con un universo ordenado bajo otras leyes que no son las reales. Las pinceladas de Carasa producen una entrega excelente donde la importancia del color a emplear proporciona el sentido cromático. La entonación fértil y ágil de sus composiciones crea claridad en sus trabajos como un instrumento adecuado para que las masas informes expresen la referencia personal de los sentimientos cósmicos del pintor cantabro, porque hablamos de un artista de los silencios musicales del lienzo, de los registros sutiles y depurados ante la inmensidad de los horizontes.
DEIA (26-3-01)
JESUS CARASA, EL DON MAS SUBLIME
…….Y es, justamente, ese don, el más sublime, el que, para la presente ocasión, nos obliga a invocar el viejo proverbio de que una imagen vale más que mil palabras. En lo que hace a la pintura de Jesús Carasa tal adagio que a muchos podrá parecer manido, se proclama expediente imprescindible como único procedimiento explicativo de su obra. He pergeñado, al redactar estas líneas, diversos párrafos con el propósito de definir –ilusorio intento- o, al menos, describir su arte. Creo, con todo, que el ensayo tendría más de retórico artefacto verbal que de relato preciso. Podemos señalar lo que no es Carasa en su quehacer abismal, mas no por ello acertaremos a precisar lo que es o pueda ser. Su peculiarisima producción no nos ofrece probadas concomitancias, de ahí su sesgo personalísimo. Tiene ineluctablemente, y como única opción – no cabe otra – que contemplar sus cuadros como acción garante el hermeneuta espectador para asegurarse de este modo la posible inteligencia de lo que los mismos comportan. En Carasa estilo y tema se confunden: influjos gaudianos, si. También formas volumétricas, perfiladas o difusas y sensualidad, sexualidad y genitalidad a raudales, estructuras escultóricas, surrealismo sui generis, anonadamiento o pletórica tensión metafísica, pero ante todo innegable configuración de un sistema…….
……..al termino del año siguiente, Jesús Carasa se encuentra con el publico ovetense, en una nueva versión ontologica de la realidad, sujeta a los mismos planteamientos de los soberanos e irrenunciables “archés” que la gobiernan y la caracterizan. Pero lo hace ahora guiado por la incoercible obsesión que a los grandes de la pintura, desde Cezanne, ha subyugado: simplificando composición, atenuando color, prescindiendo al máximo de ornatos y cromatismos innecesarios. No podía ser menos, tratándose su pintura de un modelo omnímodo, anhelante de la totalidad. Tan descomunal proyecto no puede ser obra del azar. Solo puede llevarse a cabo cuando su hacedor reúne como requisitos mínimos, amen del don mas sublime, las tres envidiables pinceladas del retrato con que se perfilo a si mismo don Manuel Azaña: “Soy un liberal, un intelectual y un burgués”. Todo eso es Jesús Carasa, que hace añicos la inveterada e incuestionable imagen que muchos tienen de los protagonistas del arte como personajes de vida desaforada, blancos de tribulaciones, cuando no de alienaciones sin cuento. Y es que el Ente necesita de comodidad y serenidad – las cosas, sin embargo, no siempre – para dejarse posar ante la mirada sutil y abrazadora del egregio artista. Le hace guiños a muy pocos y cuando los hace a Carasa, este no desaprovecha. Sabe entonces muy bien. Como Balthus, que “pintar es rezar”. A su manera, desde luego.
JUAN JOSE ALVAREZ FERNANDEZ
EXPOSICION EN LA GALERIA MIRANDO AL MAR
……el riojano Jesús Carasa interrumpe el blanco monótono con la utopía de colores imposibles; cobrizos, verdes metálicos, azules atrapados en sinuosas formas abrazadas en un fondo en continuo movimiento.
Carasa es, ante todo, un experimentador sobre su paleta, un estudioso del color; mezcla y rehace el óleo hasta mixturar una cosmogonía cromática propia. Huyendo de la realidad, perfila los bocetos de su imaginación, visualiza los colores, equilibra las formas con un criterio muy personal, interpretativo y sugerente.
El mismo reniega de cualquier comparación con la realidad circundante, defendiendo el producto de su imaginación con la genuina abstracción de su mundo creativo………..
AGUILAS NOTICIAS
JESUS CARASA MUESTRA EN EL CANTIL SUS SINGULARES “PAISAJES ILIMITADOS”
……Cazador de formas, curioso perseguidor de toda frontera pictórica por la que asome la originalidad y la diferencia…..
……su creación se remonta mas de treinta años y que la posibilidad de renovar los hallazgos en cada lienzo se traduce en una poesía personal, intima y lúcida con ganas de ser compartida……
GUILLERMO BALBONA (EL DIARIO MONTAÑES)
JESUS CARASA
………….El riojano es uno de esos casos en los que la modernidad emana por sus cuatro costados independientemente de la edad. Las obras de Carasa son un viaje alucinante por las formas y los colores mas vivos del subconsciente…..
ARTE HOY (ASTURIAS)
GALERIA DE ARTE EL CANTIL
…………..Su obra puede calificarse de onírica y singular. Presenta una originalidad ajena a las tendencias actuales, cuya característica más preeminente es un gran dominio técnico del color y sus distintos matices. El color supone, para él, la base de la obra pictórica, unido al dibujo que se plasma en formas organicistas y abstractas en el sentido de que carecen de relación con formas definidas a simple vista. Su trabajo es perfeccionista. Parte de su obra esta impregnada de una poética que, sin saber por que, nos envuelve y atrae gracias al misterio que contiene. Carasa es un artista que desarrolla caminos iniciados aunque no totalmente desarrollados de la vanguardia del siglo XX. L a obra titulada “Sequía” es un ejemplo visual de esta poética.
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JESUS CARASA
Jesús Carasa continúa profundizando por el camino de la no figuración. Después de practicar una pintura de raigambre surrealista, Carasa se ha concentrado al máximo en la creación y recreación de la línea creativa (entre metafísica y onírica) encontrada por él hace tiempo y que , ciertamente, le han valido el aplauso de critica y publico…..
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